Obligados a abandonar el país durante la Primera Guerra Mundial, se establecerían en Suiza, en el pueblo de La Chaux des Fonds, donde entrarían en contacto con la fuerte tradición relojera de ese lugar.
Y es por eso que, en paquetes y otros barcos de larga distancia, CAUNY llegó a diferentes ciudades portuarias: Valencia, Málaga, Lisboa, Oporto, Tenerife, Bissau, Luanda, Lourenco Marques, Montevideo, Buenos Aires, La Habana y muchas otras.
Desde estas ciudades, los relojes CAUNY fueron a muchos otros lugares. Fueron el primer reloj de millones y obtuvieron una popularidad colosal.