La primera finalidad de un reloj es indicar la hora, y la sobriedad con la que el premio Pritzker Eduardo Souto Moura diseñó su Cauny nace de esta conciencia.
La esfera gris claro revela un uso irónico y moderno de los números romanos, con los ejes actuando como el número uno al mismo tiempo. La caja combina acero pulido con una línea lateral de acero cepillado. La misma caja que, gracias al movimiento japonés extrafino, se vuelve “lo más fina posible”. La pulsera, fabricada en cuero alemán, tiene una parte superior circular, sin dejar los habituales espacios vacíos cuando se conecta al reloj. El cristal, de zafiro puro, está ligeramente abombado.
Se hace evidente el conocido compromiso de Souto Moura con la adecuación y calidad de los materiales. La sutileza es el secreto de la elegancia y Souto Moura lo sabe.